EL VIAJE DE CAMILO
Estoy arrinconado en un rincón del mundo, el viento sopla fuerte porque estamos altos en el principio de una quebrada, el viento viene desde el pueblo que esta abajo, llegan en el invisibles pensamientos de gente bajo este mismo sol.
Pienso que mi tiempo no calza ni aquí ni allá, viajo mil kilómetros para darme cuenta que no puedo ser tan iluso y de que no tengo mas ganas de tener ilusiones.
Uuna vaca desde lejos acaba de mugir, la pequeña perrita acostada a mis pies sale corriendo a verla, Camilo aun no se decide a salir de debajo de la cama.
Los arbustos del final del desierto (o del principio de lo verde) pasan rápidos por la ventana y Camilo no los ve porque esta durmiendo escondido bajo el asiento del piloto, de hecho cuando paramos a comer pescado junto al mar no quiere salir y solo vemos su cola peluda entre las cosas botadas en el piso del automóvil.
¿Y por que me entristezco en este lugar tan bonito? siempre supe que eso era así, o en algún momento sin pensar pensé que podía ser así.
El sol comienza a caer mientras dejamos calurosas ciudades detrás, encaramos con velocidad las cuestas solo para ver camiones y más camiones y buses y más buses que con paso lento transportan gente y cosas, o cosas y más cosas con algún destino. Mi amigo en el asiento del piloto murmura la letra de una canción tan añeja que ya ni reconozco, a su lado su novia duerme a saltitos, los veo y una voz profunda en mi espíritu me pregunta "what moves them?" y no se que responderle, se conocen hace tanto y sus destinos parecen tan sellados que para mi pareciera que no se mueven, pero si miro bien me doy cuenta que avanzan hacia el sur, a más de
Finalmente se detiene el auto y descendimos a tierra, los olores de la noche que comienza y el zumbido de los zancudos en nuestros oídos nos dicen donde estamos, Camilo se ve confundido y camina como si pisara minas cargadas de paginas amarillas.
Ya la noche se fue y Camilo paso su primera noche en su nuevo hogar, yo miro el sol de la mañana que proyecta sombras claras de hojas sobre la tierra y veo con los prismáticos las rocas que coronan las montañas encajonando la quebrada, busco con mucha atención restos de nieve pero veo que el Sol-malo ya la derritió. no me queda otra que con un plumón blanco pintarme las pupilas para ser feliz.
Hoy decidí nombrar dos cosas más de este mundo. La primera es
La segunda cosa se llama TRISTECIDAD o sea el sentimiento de estar triste en medio de la felicidad. en este rincón del mundo soy intensamente feliz, a un lado de donde escribo esto la madre de mi amigo teje y conversa sobre el calendario con su propia madre, su esposo aparece tratando de que Camilo reaccione y salga a la huerta, mientras los pájaros y el viento entran a la casa. Pero al mismo tiempo y con igual intensidad estoy triste, anoche antes de irme a acostar mire al cielo y me entere de que lo que pensaba era una posibilidad latente (diablos era en el pasado) en realidad no era tal, y ni siquiera estaba a mi alcance, y eso me hace triste en medio de la felicidad o sea me da tristecidad.
Y a quien sea que me pregunte ¿que onda de que hablas en este párrafo? le advierto que nunca diré nada, a nadie, jamás. Y por favor no insistan.